Se me viene a la cabeza esa musiquilla pegadiza de la famosa y anticuada canción "Gracias por venir" Agradecida... emocionada... solamente puedo decir, gracias por venir. Gracias por dejarme entrar un ratito en vuestros hogares, gracias por confiar en mi, gracias por dejarme conoceros aunque solamente sea en vía mail. Gracias porque cuando tenemos algún proyecto, entre vosotras y yo, se establece una relación muy especial en la que me contáis los avances de vuestros niños, si están muy grandes para su edad, si ya piden pis, si tienen tántos o cuántos dientes, si están malitos, en fin, como si nos conociéramos. Es estupendo, paso tanto tiempo cosiendo como hablando con vosotras.
Cuando empecé con este proyecto me dí a mí misma el plazo de un año para ver si merecía la pena, y el año ya ha pasado, y, ¿sabéis una cosa? económicamente no merece la pena en absoluto, pero emocionalmente ¡¡¡con creces!!! Muchas sois las que me pedís presupuesto, y muchas las que no lo aceptáis, lo entiendo perfectamente y ojalá pudiese hacer que mi trabajo fuese asequible para todas, pero la que ha confiado en mí y ha visto el resultado, sabe que no es un trabajo en serie, que detrás de cada vestidito hay muchas horas de trabajo, que las telas son de calidad, y que en cada uno de ellos hay mucha ilusión, y eso se nota. Gracias a todas, a Vero, a Paula, a Sagrario, a Manoli, a Beatriz (la simpática navarrita), Rosi, Marta, Ana, Mayte, Susana, Sarai, Mónica, Ana, .... en fin, a todas, gracias porque todas ellas cuando me han encargado algo han repetido y esa es la mejor prueba que pueden darme de que mi trabajo les gusta. ¡¡¡Gracias a todas!!!